Imagen: El doctor Benedicto Crespo-Facorro en el acto de toma de posesión como académico de número de Psiquiatría de la RANME. (Imagen cedida por la RANME)
El doctor Benedicto Crespo-Facorro, investigador responsable del grupo Psiquiatría Traslacional del IBiS, nuevo académico de número de Psiquiatría de la Real Academia Nacional de Medicina de España (RANME), tomó ayer posesión de su cargo y ocupó su sillón 16 tras la lectura de su discurso de ingreso "La Psiquiatría más allá de la Psiquiatría". La contestación fue a cargo del Prof. Celso Arango, académico de número de Psicología Clínica. El solemne acto tuvo lugar en el salón de actos de la RANME y fue presenciado por decenas de académicos, familiares y amigos del Prof. Crespo-Facorro.
En su discurso de ingreso, el Prof. Crespo-Facorro abordó la historia de la psiquiatría, "entre el peso del pasado y la necesidad de avanzar"; la neurociencia psiquiátrica vista como una oportunidad "y no una frontera"; la importancia de superar el reduccionismo porque "integrar no es mezclar, es articular"; las relaciones entre el cuerpo, el cerebro y el entorno; por qué es fundamental ir más allá del diagnóstico y llegar a una psiquiatría trasdiagnóstica y funcional, teniendo en cuenta las subespecialidades (como la psiquiatría infantil, la perinatal, la geriátrica, etc.) con sensibilidad clínica; el uso de la ciencia de datos que permitirá integrar información genética, clínica, ambiental y conductual en modelos predictivos con alto valor sin prescindir del juicio clínico, pero abriendo la puerta a intervenciones más personalizadas y a una medicina mental más precisa y anticipatoria; y la necesidad de que la psiquiatría sea integral, es decir, centrada en el sujeto en su totalidad, integrada y articulada con otros niveles asistenciales y dispositivos sociales, así como integradora, capaz de sumar perspectivas diversas sin perder rigor, “ya que reduce la cronificación y favorece la dignidad en la atención".
Por último, el nuevo académico no quiso olvidar la importancia de la formación en psiquiatría. "Exige una revisión profunda, menos dependencia de diagnósticos rígidos y mayor énfasis en ciencia de datos, neurobiología contextualizada y determinantes sociales", aseguró. "El psiquiatra del futuro deberá interpretar una resonancia funcional, analizar un marcador genético, acompañar a un paciente en crisis y comprender la relación entre sufrimiento psíquico y precariedad. Esta transversalidad no es opcional, sino que constituye la base misma de la pertinencia clínica", apuntó.
"Solo bajo este enfoque integrado y riguroso será posible identificar dianas terapéuticas precisas y, con ellas, desarrollar tratamientos innovadores farmacológicos, psicoterapéuticos o tecnológicos, sustentados en evidencia sólida y orientados a la diversidad biológica e individual de cada paciente", afirmó. "Es imprescindible orientar la investigación, la formación y la práctica hacia cuestiones sustantivas, definiendo objetivos que den respuesta a los dilemas clínicos y humanos más urgentes. Así concibo yo la psiquiatría actual y futura, una disciplina que debe trascender sus propias fronteras, ir más allá de lo convencional, la psiquiatría más allá de la psiquiatría", concluyó.